En las Escrituras encontramos muchas promesas de Dios a su pueblo. Pero entre todas ellas, hay una que lo resume todo, que lo abarca todo, que lo completa todo… porque nada puede haber más grande, que Dios mismo entregándose a los hombres.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y le llamarán Hijo del Altísimo… Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros. La Vida se manifestó y nosotros la hemos visto. A cuantos la recibieron les dio poder para hacerse hijos de Dios.
Navidad es el cumplimiento de la Promesa de Dios… Navidad es Jesús.
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