María Madre de la Misericordia es nuestra patrona parroquial, por eso este domingo sustituimos las lecturas del XXXIII Domingo por las lecturas de la fiesta.

En la Parroquia hoy se cambian las lecturas propuestas para el domingo XXXII porque estamos celebrando a nuestra Patrona, María Madre de la Misericordia. El Evangelio (Lucas 1, 39-55) está hermoso.
María recién sabe que estaba esperando al Hijo de Dios. Aun así, comenzó un largo viaje para visitar a su pariente Isabel. María quería ayudarla, pues la anciana, también esperaba el nacimiento de su hijo, Juan el Bautista.
Dice la Palabra: «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!» El Espíritu Santo es figura clave de aquel encuentro.
Dios nos creó, como una comunidad de personas para compartir nuestras alegrías y penas unos con otros. Dios no quiere que enfrentemos solos los problemas de nuestra vida. Él quiere que desarrollemos una relación profunda entre nosotros. Que nuestras acciones reflejen la presencia del Espíritu Santo, como en este relato.
Así debe ser el ambiente en una Parroquia: hermanos que se ayudan, que se escuchan, que se aman y reflejan a Cristo en su vida. Gracias Señor por mi Parroquia, mi segundo hogar.
Decía San Luis María Griñón de Monfort: “A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace devoto de la Virgen María”.
María Madre de la Misericordia, ruega por todos nosotros. María Madre de la Misericordia, ruega por todos nosotros.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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