Del Evangelio de hoy (Lucas 13, 22-30) quisiera destacar el siguiente versículo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha». Fíjate que el Señor nos llama a “esforzarnos”. Muchos hemos escuchado esta respuesta como una de las cosas difíciles que dijo Jesús.
Bien sabemos que el llamado es a amar. Amar a mi hermano, o sea, a todos. La semana pasada hablábamos de ‘hablar del Amor, con amor’.
Mirémoslo así: Pensemos en el instante que seamos llamados a la presencia del Padre. Allí estaremos, junto a otros, esperando turno para presentarnos ante Él. Ya no importarán los diplomas, ni los logros, ni las cuentas de banco.
Posiblemente, algunas de las cosas que hicimos en la vida y que tanto nos llenaron, ahora quisiéramos poder ocultarlas. Cada uno haga su propia reflexión sincera.
Pregúntate: ¿Qué voy a dejar cuando me vaya? ¿Un caos y problemas? ¿O huellas y un camino que seguir?
La vida es algo más que acumular premios o posesiones. Es amar como Él nos amó. Y esa precisamente será la pregunta del examen final, ante el Padre: ¿Cuánto has amado?
¿Estás listo para responder? No te confíes, te sorprendería lo lejos que pudieras estar de amar de verdad.
Esfuérzate por entrar por la puerta estrecha. Si lo intentas de corazón, la encontrarás abierta y a Jesús esperándote.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
Comentarios
Como siempre, excelente reflexión que hacen a todos y cada uno de los Santos Evangelios. Los felicito por su dedicación, tiempo,sencillez y a la vez, sabiduría que imprimen en su mensaje personal. Dios los bendiga.
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