Parafraseando el Evangelio de hoy (Mateo 13, 24-43): “El Reino de los Cielos se parece a la buena semilla, a un grano de mostaza y a la levadura”.
¿A qué se refiere con ‘el reino de los cielos’? Mateo se dirige a los judíos y para no ofenderles con la frecuente repetición del nombre de Dios, utiliza el término el ‘reino de los cielos’.
Ahora bien, de seguro el Señor quería que tuviéramos una visión clara de Él y Su Reino, por eso nos da tres analogías. Pide que prestemos atención, no sea que cuando estemos dormidos, venga el enemigo y siembre cizaña, al lado de la buena semilla. Dice también que la diminuta semilla puede convertirse en el árbol más grande. Y finalmente lo compara al crecimiento de la levadura.
El Señor nos ofrece lo mejor, ‘la buena semilla’, que es Su Palabra. Pero por descuido, nosotros permitimos que llegue la cizaña a nuestro corazón.
Estamos hablando de aceptar a Dios como mi Señor. Me pregunto: ¿Es Dios número uno en mi vida? Muchas veces digo que Él es #1, pero no actúo como tal. Pues voy relegando a Dios a un último plano. Como lo sé, fácil: ¿A qué le doy prioridad en mi día? ¿Al trabajo, a la diversión, al celular…? Hacer a Dios #1 en mi vida requiere dedicarle ratos de oración. Hay que sacar el tiempo.
Ánimo, que no estamos solos; «El espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad» (Romanos 8, 26).
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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