Jesús manda a los Doce a predicar y les da unas instrucciones. Pero no son instrucciones sobre qué decir, sino sobre cómo deben de vivir.
En el Evangelio de hoy (Marcos 6, 7-13), Jesús nos habla a todos, no solo a sus discípulos. Y también nos envía a todos. ¿A qué? A compartir la Buena Nueva, a «predicar la conversión».
Dice la Palabra, «y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad». Decía San Francisco de Asís: “Predica el Evangelio en todo momento y si es necesario usa las palabras”. La importancia de predicar con nuestro ejemplo.
No le pidamos a nuestros niños y jóvenes un estilo de vida que nosotros no estamos dispuestos a vivir. O peor, que lo vivimos a medias, según me convenga en el momento.
El énfasis de Jesús en el Evangelio es el testimonio. Predicar con el testimonio, lo demás es habladuría.
El Señor nos llama a vivir el Evangelio y a dar testimonio en Comunidad. Nos llama a vivir el amor, el perdón y la misericordia. Necesitamos testigos, esto es, hombres y mujeres valientes que vivan en el amor de Dios. ¿Te lanzas?
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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