Hoy, la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico se Consagra al Sagrado Corazón de Jesús. Esto quiere decir que todos nos Consagramos.
El Evangelio de hoy (Juan 19, 31-37), Evangelio especial con motivo de la Consagración, dice: «Mirarán al que atravesaron».
Me recuerda una cita de San Rafael Arnaiz: “Quiero Señor, que algún día me dejes penetrar por la llaga de tu costado y hacer una celda junto a Tu Divino Corazón. A la Santísima Virgen se lo pido con fervor.” La Monición al Evangelio de hoy va por la misma ruta: “Juan nos invita a alzar la vista y contemplar el costado traspasado de Jesús en la Cruz, que es la Puerta que nos conduce a su bendito corazón.”
Mi corazón está alegre, porque hoy me Consagro. Consagrarme es entregarme enteramente al Señor. Entregar mi vida toda, mi familia, mi trabajo, mis dolores, mis sufrimientos, mis desvelos… en fin, todo, para Su honor y gloria. Consagrarme es dejar que el Señor remueva lo que está mal en mí. Es buscar y hacer la voluntad de Dios. Es decirles a todos que he descubierto Su amor. Es ofrecerme para que Él actúe en mí y se sirva de mí.
Te invito a sacar un rato para ‘mirar’ al Señor en el Santísimo Sacramento. Mirar Su corazón traspasado. Contemplarlo, hablarle, escucharlo, seguirlo, contarle las alegrías y hasta llorar con Él.
Corazón de Jesús, que ardes de amor por mí, haz que mi corazón arda de amor por Ti.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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