Recuerdo que hace unos 32 años, mi esposa y yo con pocos años de casados, asistíamos a un Círculo de oración. Allí sacamos papelitos con citas bíblicas. El nuestro decía: «No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres.» Tomado del Evangelio de hoy, Lucas 5, 1-11.
Quedamos sorprendimos y no sabíamos lo que quería decir aquello. Como sorprendido quedó también Simón, al ver la red llena de peces. Pues no habían pescado nada en toda la noche. Simón, se dio cuenta de que estaba delante del Señor y cayó de rodillas a sus pies arrepentido, pues se reconocía pecador.
Dios está deseoso de enviarte a ti, tal como envió a Pedro. Ábrele tu corazón para que escuchases su llamado. Claro que nos reconocemos indignos, como Pedro, pero también sabemos que podemos recibir el poder del Espíritu Santo para orar, interceder, sanar, perdonar y anunciar el Evangelio.
Estar dispuestos a dejarlo todo para seguirlo, es reconocer que no estamos solos. El “no tengas miedo” es también para ti. Somos llamados a dar testimonio que lo que Cristo ha hecho en tu vida y en la de tu familia.
Como dice la canción: “No hay honor más grande que estar a tus pies”. Ríndete a sus pies, reconócete pecador y no tengas miedo. Déjale lo demás a Él.
¡Aquí estoy, Señor! ¡Envíame, con tu poder y enséñame a anunciar el Evangelio!
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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