
Encendemos, Padre, esta luz en este primer domingo de Adviento, para mantenernos despiertos y vigilantes como centinelas ante el Hijo del Hombre que viene.
Despiértanos, Señor, para despertar a los dormidos de la vida, para motivar a los que esperan cosas menores que ellos mismos, para animar a los que perdieron la ilusión en ti.
Señor, que en nuestro entorno seamos testigos de tu luz y motivos creíbles de la esperanza.
¡Marana tha! ¡Ven Señor Jesús!
Comentarios
AMÉN.
Tienes algo que decir
Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos.