«El Señor reina, vestido de majestad.» Hermosas palabras del Salmo 92, que la Liturgia nos propone para hoy, Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Día en el que concluimos el año Litúrgico. En el Evangelio (Juan 18, 33-37), a preguntas de Pilato, Jesús responde: «Tú lo dices: soy rey.»

Preguntémonos ahora, ¿es Jesús mi Rey? Ciertamente vivimos una lucha diaria entre hacer lo que le agrada a Dios y lo que el mundo nos invita. Somos tentados para que nos desviemos del camino. Así que, necesitamos fortalecer nuestro corazón. Hablamos de alimentar nuestro interior.
Así como hacemos dieta y ejercicios para fortalecer nuestro físico, necesitamos también fortalecer nuestro interior a través del ayuno, la oración, los Sacramentos, entre otros.
Como bien sabemos, amar es una decisión y cada día debo tomar la decisión de amar más a Jesús, de hacerlo número uno en mi vida, de hacerlo mi Rey. Decía San Felipe Neri: ¿Cómo es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él?
Seamos testigos fieles de Su amor. Seamos discípulos valientes que siguen al Maestro, que se dejan llevar por Sus enseñanzas y cargamos la cruz con alegría. Testigos para que el mundo crea.
Señor, ven a Reinar en mi vida, a mi trabajo y a mi familia. Como dice un buen amigo: “Cristo Reina, siempre Reina”.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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