Hoy es el Domingo del Buen Pastor y el Evangelio (Juan 10, 27-30) es uno muy breve pero profundo. Jesús describe su relación con sus ovejas así:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.»
El Señor hace varias aseveraciones que nos ayudan a entender su amor por nosotros. Con esta sencilla afirmación, Jesús revela la inmensidad del amor y el poder de Dios Padre.
Nuestro Padre celestial nos ama entrañablemente en Cristo, nos conoce a cada uno personalmente y nunca nos abandona. No existe nada que nos suceda y que Dios no vea o no sepa.
Ya no estamos sujetos al pecado, ni al miedo, ni los engaños de Satanás. Por nuestra fe, podemos vencer las tentaciones y todo aquello que nos provoque inseguridad o temor. Jesucristo, nuestro Buen Pastor, nos ha concedido la vida eterna por medio de su muerte y resurrección.
Señor aumenta mi fe, para que pueda ver tus obras en mi vida y para que pueda experimentar tu perdón y tu amor. Gracias Señor, porque Tú eres grande y poderoso, y porque no existe nadie ni nada que pueda arrebatarme de tu mano. Gracias, Señor, porque sé que nada puede separarme de Ti.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
Comentarios
Y confianza.
Tienes algo que decir
Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos.
Sigue nuestro grupo de oración en Facebook.