“Si Dios es el Dios de la vida, y lo es, a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre. Si Dios es el Dios de la paz, y lo es, a nosotros no nos es lícito hacer la guerra en su nombre. Si Dios es el Dios del amor, y lo es, a nosotros no nos es lícito odiar a los hermanos.” – Papa Francisco en su reciente visita a Irak.
Un claro llamado al perdón y la reconciliación. Un llamado, para todos, a amar de corazón a mi hermano. Cosa que no es fácil, pero sabemos que contamos con las fuerzas del Dios de la vida.
Hoy es Domingo de Laetare. El color Litúrgico es el rosa, de alegría, porque se acerca la Pascua. El Evangelio de hoy (Juan 3, 14-21) nos presenta la conversación de Jesús con Nicodemo en la que nos habla de la “Salvación” y de la “Vida Eterna”.
Pienso que la invitación es a reevaluar nuestras vidas. ¿Estoy dando lo mejor de mí para perdonar a mi hermano? ¿Estoy dando lo mejor de mí para cambiar aquello que no me acerca al Señor?
Señor Jesús, quiero preparar mi interior. Ayúdame a abrir los ojos. Entra y sana mi corazón Señor.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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