Me encanta el Salmo 125: «El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.»
Este Salmo me lleva a fijarme en la parte medio llena del vaso, e ignorar la parte medio vacía. A la que muchas veces le damos más importancia. Ciertamente, a nuestro alrededor hay muchas bendiciones del Señor y a veces no las vemos. Aunque la cruz nos cueste, aunque la carga sea pesada, bien sabes que Jesús te acompaña.
En el Evangelio de hoy (Lucas 3, 1-6) hay una invitación: «Preparad el camino del Señor» y la promesa: «Y todos verán la salvación de Dios.»
Me contaba alguien que tenía a su hijo muy enfermo. Pero también me decía que confiaba en la Misericordia de Dios. Me compartía cómo se entregaba completamente a Su voluntad. Que el Señor conoce su vida y actuará para el bien.
Esta persona recurrió a mí para consuelo, pero el consolado fui yo. Así actúa el Señor. Mientras más damos, más recibimos. Pues, como escuché decir, el amor crece cuando se reparte.
Esta semana termina el año dedicado a San José. Me quedo con la jaculatoria: “San José, enséñame a querer más cada día a Jesús y a María”.
En este Adviento, el Señor nos pide sacar de nuestro corazón aquello que no es de Él. Anda confía.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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