Comenzó la Cuaresma y, quizás, lo primero que pensamos es el sacrificio que nos toca hacer. Muchos dejan el café, los refrescos o los dulces como una manera de renunciar a algún gusto. Pero hay unos más arriesgados que durante este tiempo dejan de contar chismes, reducen el uso de las redes sociales, dejan el licor o el cigarrillo. En fin, son muchas las renuncias que podemos hacer durante este tiempo de preparación a la Pascua. Así le damos atención a nuestra vida espiritual.
Pero también éste es un tiempo de recibir. Bien sabes que el Señor quiere y puede sanarte. Quiere y puede inundarte de gracia, bendición y derramar dones sobre ti. Quizás necesitas pedir paciencia para lidiar con un familiar difícil, o pedir sabiduría para tomar las mejores decisiones.
Les cuento que el fin de semana pasado en la Parroquia tuvimos un ‘Seminario de vida en el Espíritu.’ Fue hermoso ver al Señor obrando con poder. Muchas oraciones y súplicas fueron contestadas allí mismo. Fui testigo de cómo el Señor obró ante el pedido suplicante y lleno de fe de muchos. De nuevo, el Señor quiere y puede obrar en tu vida, sólo hay que darle el espacio, esto es, abrir el corazón a su Palabra.
Yo he visto su mano durante estos meses de salud afectada, pero durante el seminario lo sentí mucho más cerquita de mí y me hablaba claramente al corazón enseñándome el camino, consolándome y dándome fuerzas. Igual le ocurrió a mi esposa, Mari Carmen, que le acaban de enyesar un pie y salió fortalecida.
El Señor nos ama infinitamente, pero estamos llamados a corresponder a ese amor. ¿Qué voy a hacer esta Cuaresma para corresponder su amor? ¿Qué don le voy a pedir para vivir en cercanía con Él?
Dice el Evangelio de hoy, san Marcos 1, 12-15, «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
Tienes algo que decir
Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos.
Sigue nuestro grupo de oración en Facebook.