Hoy es la Fiesta del Bautismo del Señor y marca el fin del Tiempo de Navidad. El Evangelio de hoy (Lucas 3) narra aquel momento del bautismo por parte de Juan Bautista.
Allí, en el Río Jordán, Jesús se manifiesta como el “Cristo”, el Hijo Unigénito, el predilecto del Padre y así comienza su vida pública. Esta “manifestación” del Señor sigue a la de Nochebuena, en aquel humilde pesebre y al encuentro con los Magos, que vienen a Adorarlo.
Bien sabemos que el Sacramento del Bautismo, que recibimos de niños, nos hace hijos de Dios y es la “puerta de los sacramentos”. Además, los frutos de la Redención aplican a cada bautizado, para que muramos al pecado y resucitemos a la vida sobrenatural de la gracia. ¡Hermoso!
Decía San Juan Pablo II en un Bautismo: “Hoy tenéis la alegría de dar a estos niños el don más hermoso y valioso: la vida nueva en Jesús, Salvador de toda la humanidad. A vosotros, que ya habéis colaborado con el Señor al engendrar a estos pequeños, os pide una colaboración ulterior: que secundéis la acción de su palabra salvífica mediante el compromiso de la educación de estos nuevos cristianos. Estad siempre dispuestos a cumplir fielmente esta tarea”.
¿Recuerdas la fecha de tu Bautismo? Te invito a que la anotes y la celebres cada año.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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