Comienza la Semana Santa. El llamado es a mirar a Cristo en la cruz. Por un momento deja de pensar en tus necesidades. Deja de pensar en tus deseos, tu impaciencia, tus opiniones, tus dolores. Sólo contempla a Cristo en la cruz y dile: Lléname de tu gracia, de tu fortaleza. Lléname de Ti, Jesús.
Esta semana, dedica más tiempo a la oración, para que el Señor pueda obrar en ti. La vida es para conocerle, para amarle, para dejarnos amar. Prepara tu hogar, tu familia, tu corazón para vivir unos días santos. Prepárate bien. Saca ratos para orar y para ayunar. Apártate en silencio para hablar con Jesús, para contemplarlo en la Cruz.
Hoy la liturgia propone el Evangelio de la Pasión (Marcos 14, 1 – 15, 47). Medita cada palabra de este relato. Cada vez que lo escucho se me llena el corazón de Él. Hoy, me fijo en la última frase: «María Magdalena y María la madre de José, se fijaron dónde lo ponían.»
Fíjate dónde lo ponen. Adóralo, contémplalo en silencio… y el sábado en la noche, digamos con alegría, como el Beato Carlos Manuel Rodríguez: “Vivimos para esa noche”.
Jesús, quiero vivir solo para Ti.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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