Llevamos 50 días, desde la Pascua, preparándonos para este día de Pentecostés. El día en que los Discípulos recibieron el Espíritu Santo.
En el Evangelio de hoy (Juan 20, 19-23), Jesús les dice: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Puede que tú ya hayas experimentado al Espíritu Santo, o que lo recibas en el futuro. Lo importante es tener la disposición y la apertura de corazón. Esto es, crear el ambiente y las condiciones para que puedas recibirlo.
Hablamos de vivir una relación cercana y profunda con Cristo Resucitado. Acércate a los Sacramentos y recibirás al Espíritu Santo. Acércate a la Eucaristía y recibirás al Espíritu Santo.
Me encanta este versículo: «Entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros.” Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.»
Invoca al Espíritu Santo y llénate tú también de la alegría de Cristo Resucitado. ¿Cómo lo haces? Así, con fuerza y entusiasmo, para que Jesús “exhale su aliento sobre ti y te diga: Recibe el Espíritu Santo.”
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos la llama de tu amor.
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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