San Bernardo de Claraval es uno de los grandes místicos de la Iglesia. Abad cisterciense y fundador del Monasterio de Claraval (Clairvaux, Francia), se le considera como el último de los Padre de la Iglesia. En los archivos de su Monasterio se narra que en una ocasión San Bernardo le preguntó a Jesús cuál había sido el mayor de todos los tormentos que sufrió durante su Pasión. A lo que Jesús le respondió:
Tenía una llaga profundísima en el hombro sobre el cual cargue mi pesada cruz. Esa llaga era la mas dolorosa de todas. Los hombres no la conocen. Honrad pues esta llaga y haré todo lo que por ella pidas…
¡Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios! A pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció.
También yo, ¡oh carísimo Jesús!, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi salvación.
¡Ah! Por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mí, pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la cruz.
Se rezan siete Avemarías y se agrega:
Madre Santísima, imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado.
Oh dulcísimo Jesús, no seas mi Juez sino mi Salvador.
Comentarios
Gracias Señor Mío y Dios Mío! Sin ti mi vida no es NADA.
AMÉN.
Amén Santo Padre, gracias por todas Tus Santas Bendiciones y ayuadanos a cargar con nuestra cruz que te ofrecemos y danos las fuerzas necesarias y hagamos Tu Santa Voluntad.
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