9 de diciembre: cuenta los pequeños milagros

9 de diciembre
cuenta los pequeños milagros
que Dios ha hecho en tu vida

Hace unos meses visité un museo y quedé extasiado con una de las obras en la exhibición. Una pintura preciosa que parecía cobrar vida delante de mí. Mirándola me preguntaba cuántas pinceladas y cuántas horas de trabajo le habrá dedicado el artista para que yo pudiera admirar aquella obra aquel día.

Lo mismo pasa en nuestra vida de fe, tenemos que ir construyéndola poco a poco, escalando sobre pequeñas cosas que nos ayuden a conocer mejor a Jesús y a cultivar una relación personal con Él. Por eso el Adviento se debe vivir con calma, disfrutando cada momento, cada oración, cada encuentro con Jesús… pues es a través de esos pequeños detalles que nos preparamos para su llegada en Navidad.

Te cuento algo: desde hace muchos años me acompaña una Novena muy hermosa dedicada a la Virgen de Schoenstatt. Suelo rezarla cuando tengo alguna necesidad, o cuando mi fe se tambalea, o cuando quiero pasar unos días en compañía de Mamá María… en fin, la rezo varias veces durante el año, a veces sin razón alguna. Pero lo curioso es que cada vez que la rezo, las palabras en la Novena parecen tener un significado diferente. Es como si esa pequeña reflexión y propósito de cada día cobrara vida y me ayudaran en la situación particular que estoy pasando en ese momento. Yo digo que es la Novena de los pequeños milagros.

Adviento también es un tiempo de pequeños milagros, donde nuestra fe crece, aunque sea solo un poquito, donde nos disponemos a ser mejores: mejores padres, mejores esposos, mejores hijos, mejores vecinos, mejores parroquianos… dicho en pocas palabras: mejores seres humanos.

Hoy te invito a mirar a tu alrededor con los ojos de la fe… mira atentamente esas pequeñas cosas que Dios te regala cada día y trata de entender qué es lo que te quiere decir con ellas.