10 de diciembre: habla con alguien que suela pasar desapercibido

10 de diciembre
habla con alguien que suela pasar desapercibido
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Me gusta la imagen bíblica del pastor con sus ovejas. David, por ejemplo, era un joven pastor cuando Dios lo escogió como rey para que pastoreara a todo el pueblo de Israel. David era prefiguración de Jesús, que hoy se nos presenta en el Evangelio como el Buen Pastor que va en busca de la oveja perdida.

Cuando leo los relatos del Nacimiento del Niño Dios me maravillo de que fueran los pastores los primeros en recibir el anuncio. De todas las personas que había en Belén y sus alrededores, Dios los eligió a ellos como sus testigos: los pequeños, los insignificantes, los invisibles de su tiempo.

Y es que Dios es así, siempre con una preferencia especial por aquellos que están más necesitados… los abandonados del mundo son sus predilectos y siempre escoge almas nobles para que les lleven aliento y esperanza en su Nombre. Un ejemplo reciente es Madre Teresa de Calcuta, una mujer que se desgastó sirviendo a los más pobres y abandonados. Decía Madre Teresa que en cada leproso y en cada niño abandonado ella veía el rostro de Jesús. Esa es la verdadera caridad: no se trata de dar una limosna, sino dar de nosotros mismos.

¿Qué te parece si hoy nos dejamos utilizar como instrumentos de la Misericordia de Dios? Te aseguro que, si te dispones a hacerlo, Dios pondrá un alma necesitada en tu camino (los pequeños milagros de los que hablábamos ayer). Anda, decídete, da el paso, has como los pastores que estaban en Belén, que supieron reconocer al Mesías en aquel pequeño Niño acostado entre pajas y rodeado de animales… hoy disponte a reconocer a Jesús en el rostro de los necesitados que tienes tu alrededor.