oración

Señor… Tú que recordaste las palabras que el Padre nos dijo a través del profeta Oseas: «misericordia quiero y no sacrificios»… Tú que eres la

Amadísimo Jesús… esta noche, cuando reflexionaba sobre la intención que la Novena de la Divina Misericordia nos presenta en este día, recordaba el comienzo de

Jesús mío… perdona por la descarga de ayer, pero Tú sabes que hay días más difíciles que otros… gracias por comprenderme y mostrarme siempre tu

Amado Jesús… siento que sea tan tarde, pero no es hasta ahora que puedo sentarme a escribir estas líneas… sabes que me siento cansado… pero

Mi buen Jesús… «Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo», así cantaba la antífona del salmo de

Amadísimo Jesús… leyendo la carta que nuestro beato Charlie le escribió a Rafael Ángel, encontré una frase con la que me identifiqué mucho… será porque

Jesús mío… hoy, cuando te miraba colgando de la Cruz, me sentía tan indigno de tu Amor… Tú, mi Dios… dando tu Vida por mí…