En tus ratos de oración puedes pedir así: «Jesús, si quieres puedes limpiarme». Ya sabemos que Él te va a responder: «Quiero: queda limpio».
En el Evangelio de hoy (Marcos 1, 40-45) la respuesta de Jesús es clara y contundente. El Señor quiere sanar tu corazón, limpiarlo de todo aquello que no es de Él, quiere perdonar tus pecados y abrazarte. Cuántas cosas quiere el Señor para nuestras vidas… y a veces se lo impedimos.
Para encontrarme con Jesús tengo que salir de mí mismo, de mis deseos desordenados, mis egoísmos, mi falta de amor, de mi mendigar amor… para optar por Él. Me refiero a dejarlo obrar en mi vida.
Alégrate si experimentas todo el amor que Jesús te tiene. Pero más que eso, debes desear amar a Dios. Tomar la decisión de amarlo cada día. Sobre todo, los días que más te cuesta, los días que no entiendes por qué y los días que sientes miedo. Si realmente deseas amar más a Jesús… ya estás dando un gran paso en tu camino hacia el Cielo.
Hoy es el día mundial del Matrimonio, felicidades a todos los matrimonios que luchamos para juntos alcanzar la santidad. «Hacedlo todo para gloria de Dios» (1 Corintios 10, 31).
¡Adelante con fe!
Diácono Richie
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AMÉN.
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