Solemnidad de Pentecostés: ¡Ven Espíritu Santo!

Hoy, cincuenta días después de la Resurrección de Jesús, celebramos la Solemnidad de Pentecostés. Una de las opciones para este día es el Evangelio es san Juan 15, 26-27; 16, 12-15.

Durante la novena, bajo el lema: “Espíritu Santo: Maestro de oración,” en la Parroquia nos preparamos para esta celebración. Utilizamos el texto de Romanos 8, 26: «… nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.»

Les cuento que ésta es una de las celebraciones que más me emociona, porque me hace experimentar la cercanía del Señor. Me doy cuenta de que las cosas que veo como imposibles, por mi pequeñez, serán posibles por el poder y la gracia del Espíritu Santo.

Recuerdo que, en los meses de mi quebranto de salud, había momentos que no tenía deseos de orar. El malestar era tanto que sólo quería estar acostado y nada más. Muchas veces le pedí ayuda al Espíritu Santo y este no tardó en venir en mi auxilio y mi oración fluyó. Mi corazón se llenó de paz y tranquilidad, porque sabía que Él me acompañaba en aquel momento de incertidumbre. Logré, por obra del Espíritu Santo, profundizar en mi oración y en mi cercanía con Él.

Hermanos, el Espíritu es el que nos hace partícipes de la vida de Dios y nos capacita para vivir como hijos suyos. Más aún, celebramos la venida gloriosa del Espíritu Santo sobre la humanidad y el nacimiento de la Iglesia. Es el amor divino que fluye entre el Padre y el Hijo, y es la tercera Persona de la Santísima Trinidad.

Muchos títulos le ponemos, pero Dios quiere que sobre todo conozcamos a la Persona que lleva estos títulos. De nada valdría si no logramos un verdadero encuentro, me refiero a una relación bien cercana con el Espíritu Santo.

Te invito a escuchar con mucha atención las lecturas, para que te dejes llenar del Espíritu Santo. Permite que Él derrame sobre ti sus siete dones. Abre tu corazón y recíbelo con alegría.

¡Adelante con fe!

Diácono Richie