La liturgia de hoy comienza mostrándonos la incoherencia de los seguidores de Jesús. Por un lado le alaban y le glorifican en su entrada triunfal a Jerusalén. Mas, sin embargo, días más tarde le niegan y piden su crucifixión.
San Bernardo, en un sermón dado un Domingo de Ramos, decía:
“¡Qué diferentes voces eran: «quita, quita, crucifícale» y «bendito sea el que viene en nombre del Señor, hosanna en las alturas»! ¡Qué diferentes voces son llamarle ahora «Rey de Israel», y de ahí a pocos días: «¡No tenemos más rey que el César!» ¡Qué diferentes son los ramos verdes y la cruz, las flores y las espinas! A quien antes tendían por alfombra los vestidos propios, de allí a poco le desnudan de los suyos y echan suertes sobre ellos.”
Al igual que aquellos discípulos, muchos de nosotros experimentamos en nuestra propia vida esta doble contradicción. Por una parte, nos consideramos “muy cristianos” porque acudimos a Misa los domingos y rezamos algún Rosario durante la semana. Sin embargo, cambiamos la cara ante la miseria que nos rodea… ante el hermano que sufre y necesita una mano amiga que le ayude o un hombro donde llorar… ante el pobre mendigo que busca un bocado que llevar a su boca… ante el niño maltratado o el bebé no nacido que no tiene quien le defienda… ante el anciano o el enfermo que vive solo porque todos se han olvidado de ellos… El mismo Jesús nos dice que cuando dejamos de ayudar a nuestro prójimo, es a Él a quien negamos nuestra ayuda.
“Ser cristiano” es llegar a vencer esa contradicción que existe en nosotros. A eso se dirigía este tiempo de Cuaresma que ya llega a su final. Pero aún nos queda la Semana Mayor, abramos nuestro corazón a Jesús y pidámosle que transforme nuestra vida… y que siempre podamos ser ese burrito que lo llevó sobre su lomo aquel día a la entrada de Jerusalén… humildes, obedientes y siempre dispuestos a llevarle a aquellos que más le necesitan.
Tienes algo que decir
Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos.
Sigue nuestro grupo de oración en Facebook.