El padre Luis Muñoz (siglo XVII), hablando de SAN JUAN DE ÁVILA (1500-1569) dice así:
Viviendo en Montilla, supo que había dos personas honradas con odio capital y vengativo. Entrando un día el padre Maestro Ávila en la iglesia de Santiago, vio a uno de los dos enemigos, el más ofendido. Llégase a él y, con muchos ruegos y humildad, procuró atraerle a que se reconciliase con su contrario y fuese su amigo. Estuvo el hombre de bronce sin poderle hacer mella. Multiplicaba ejemplos y razones con singular modestia y suavidad; pero perseveraba inexorable. Al fin, le dijo: “Por lo menos haga una cosa por amor de Dios: entre en aquella capilla de las ánimas y rece delante del crucifijo que allí está un Padrenuestro y un Avemaría, pidiendo a Dios que le alumbre el entendimiento”.
Vino en ello y, postrado, comenzó su oración. Antes de acabar el Padrenuestro, se levantó muy deprisa y salió perdido el color, temblando y muy turbado. Y dijo al padre: “Quiero ser amigo del señor N. (nombrando a su enemigo)”. Y echándose a los pies del Venerable padre decía: “Padre, le suplico a su Reverencia, por amor de Dios, que no deje este caso de la mano, hasta que muy aprisa nos hagamos amigos. Yo, desde luego, le perdono todos los agravios e injurias que me ha hecho, así de obra como de palabra, y lo hago puramente por amor de Cristo, Dios y Redentor nuestro, que padeció muerte en cruz y en ella pidió perdón por los que le quitaban la vida”. Esto decía descolorido y temblando.
El padre Juan de Ávila le echó los brazos y le agradeció lo que hacía. Se hicieron amigos los dos antiguos enemigos y lo fueron con amistad muy estable de allí en adelante.
Del libro “La alegría del perdón”, por el Padre Ángel Peña… puede descargar este y otros de sus libros en autorescatolicos.org/angelpena.
Comentarios
El perdon es una fuerza poderosa que viene de Dios, el corazon humano no esta preparado para perdonar, somo bien vengativos, a nuestros lema: “el que las hace me las paga” eso no es pedon, o decir perdono pero no olvido tampoco es perdon, entonces solo Dios puede iluminar al alma ofendida y darle la gracia de personar las cosas malas que la gente nos hace y la alegria de perdonar es inminente, sera como el sol que brilla en las tinieblas dela ignorancia, bueno el perdon es la fuerza de DIos sobre el odio y la maldad el que perdona es por que mucho ama.
Msc. Noel Cruz
ex catequista de la arquidicesis de Managua
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