La alegría del perdón | Ejercicio de perdón 2

La alegría del perdón | Ejercicio de perdón 2

Imaginemos que estamos solos en una habitación y llaman a la puerta. Vamos a abrir y vemos que es Jesús que quiere hablar con nosotros. Le invitamos a entrar, le damos una silla para sentarse. Y Él nos dice que se sentiría muy feliz de que perdonemos a la persona que más odio tenemos (pensemos un momento en esa persona concreta).

Después, Jesús nos recuerda con amor algunas frases del Evangelio: Lo que hiciereis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hacéis (Mt 25, 40). Si vas a presentar tu ofrenda ante el altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, vete primero a reconciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda (Mt 5, 23-24). Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen… Pues si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? (Mt 5, 43-47). Si vosotros perdonáis a otros sus faltas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras faltas (Mt 6, 14). Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian… Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados… La medida que uséis con otros, la usarán con vosotros (Lc 6, 27-38).

Si alguien dice: Amo a Dios, pero no ama a su hermano, es un mentiroso, porque quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (1 Jn 4, 20). El que ama a su hermano está en la luz, pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas y en tinieblas anda sin saber a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos (1 Jn 2, 10-11). Amaos los unos a los otros como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que os amáis los unos a los otros (Jn 13, 34-35). No tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5, 36).

Después de oír a Jesús, tocan a la puerta; vamos a abrir y vemos que es nuestro peor enemigo. Le hacemos entrar. Él nos pide perdón en nombre de Dios. ¿Qué haremos? ¿Le negaremos el perdón? Démosle un abrazo de perdón y reconciliación y digámosle de corazón: Yo te perdono en el Nombre de Jesús. Él te juzgará, yo no quiero juzgarte. Yo te perdono. Que Dios te bendiga.

Y Jesús, que está presente, nos abraza a los dos y los tres sellamos nuestra amistad con el amor y la paz que Jesús pone en nuestros corazones.


Del libro “La alegría del perdón”, por el Padre Ángel Peña… puede descargar este y otros de sus libros en autorescatolicos.org/angelpena.

Tienes algo que decir

Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos.

facebook Sigue nuestro grupo de oración en Facebook.

Apuntes del camino es nuestro weblog o bitácora, donde presentamos pequeñas reflexiones sobre los temas cotidianos que encontramos a lo largo de nuestra peregrinación...

Te invitamos a comentar, aportar, sugerir, elogiar, objetar, refutar... sobre los temas y artículos que aquí presentamos... Lo único que te pedimos es que lo hagas con respeto y caridad, según los valores del Evangelio...

Para dejar tu petición de oración visítanos en

Oremos juntos

«Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo» (Salmo 42, 2-3)...

Recibe nuestros artículos por email...

Subscríbete a nuestro blog y recibirás una notificación cada vez que publiquemos un nuevo artículo.

Join 7,581 other subscribers

Enlaces recomendados