La Iglesia, a lo largo del año, nos va recordando aquellas figuras que nos sirven de modelo e inspiración en nuestra vida de fe… personas que vivieron heroicamente las virtudes, algunos hasta el extremo de dar su vida por Dios, por su fe y sus hermanos… hombres, mujeres y niños que vivieron en una cercanía de Dios tal, que la Iglesia afirma sin lugar a dudas, que ya se encuentran gozando de la presencia de Dios… por eso les damos el nombre de “santos”…
Pero de entre todos los santos… hay una que se destaca por sobre los demás… hay una que brilla con una luz más fuerte, más sublime, más pura… una mujer donde el mismo Dios quiso juntar todas las virtudes y todas las gracias… y luego, la hizo su Madre… esa es la solemnidad que celebramos el día de hoy: Santa María, Madre de Dios…
En este día que comienza un nuevo año… recordemos que María también fue comienzo… pues fue ella quien con su «sí» al anuncio del ángel, dio comienzo a nuestra redención… ella dijo «sí» a los planes de Dios… y Jesús se encarnó en su vientre… Entonces, ¡qué mejor manera de empezar el año que de la mano de María!
¡Feliz Año Nuevo…
y que Dios me los bendiga hoy y siempre!
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