Como algunos de ustedes saben, una gran parte de este ministerio se lo debemos al diácono Evaristo Guzmán, a quien conocimos al comienzo de nuestra conversión y quien no dejaba de motivarnos a evangelizar…
En ese tiempo, Evaristo estaba convaleciendo de un cáncer muy agresivo y era una experiencia única acompañarlo a recibir sus quimioterapias… siempre con una sonrisa en sus labios y una palabra de consuelo para aquellos que estaban recibiendo sus tratamientos igual que él… de verdad que no hay palabras para describir la Paz que manaba de este hombre… una Paz que solamente podía venir de Dios…
Evaristo era el compañero inseparable del Padre Emiliano Tardif… y aunque no tuvimos el privilegio de conocerle a él en persona… fueron muchas las anécdotas que Evaristo nos relató… ¿qué decirles?… ¡estos dos hombres fueron instrumentos maravillosos en las manos de Dios… llevando su Misericordia y regalando sanidad (tanto física como espiritual) a manos llenas!!! Les confieso que todavía recurro a ellos, pidiendo su intercesión en algunas oraciones…
El video que les presento hoy es una de esas oraciones de sanación que hacía el Padre Emiliano… les invito a escucharla con fe… pues quien obra toda sanidad y todo milagro es Dios… y para Él no hay limitaciones de tiempo o espacio…
¡Muchas bendiciones… y que el Señor sane todo aquello que necesite ser sanado en ustedes y sus seres queridos!!!
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