SALUDO DEL SANTO PADRE A LOS FIELES
DESDE LA VENTANA DEL ARZOBISPADO
Arzobispado de Cracovia
Miércoles 27 de julio de 2016
¡Os saludo, os saludo cordialmente!
Os veo con mucho entusiasmo y mucha alegría. Pero ahora debería decir una cosa que nos entristecerá el corazón. Permanezcamos en silencio. Es una cosa referida a uno de vosotros. Maciej […] tenía poco más de 22 años. Había estudiado diseño gráfico y había dejado su trabajo para ser voluntario de la JMJ. En efecto, todos los dibujos de las banderas, las imágenes de los santos patronos, del equipo del peregrino, y demás, que adornan la ciudad son suyos. Precisamente en este trabajo ha encontrado su fe.
En noviembre se le diagnosticó un cáncer. Los médicos no pudieron hacer nada, ni siquiera con la amputación de una pierna. ¡Él quería llegar vivo a la visita del Papa! Tenía un puesto reservado en el tranvía en el cual viajará el Papa. Pero murió el 2 de julio. La gente está muy afectada: él ha hecho un gran bien a todos.
Ahora, todos en silencio, pensemos en este compañero de camino, que ha trabajado tanto por esta Jornada; y todos nosotros, en silencio, desde el corazón recemos. Que cada uno rece desde su corazón. Él está presente entre nosotros.
[oración en silencio]
Alguno de vosotros puede pensar: «este Papa nos estropea la tarde». Pero es la verdad, y nosotros debemos acostumbrarnos a las cosas buenas y a las cosas malas. La vida es así, queridos jóvenes. Pero hay una cosa de la cual nosotros no podemos dudar: la fe de este chico, de este amigo nuestro, que ha trabajado tanto para esta JMJ, le ha llevado al cielo, y él está con Jesús en este momento, ¡mirándonos a todos nosotros! ¡Y esta es una gracia! ¡Un aplauso a nuestro compañero!
Nosotros también le encontraremos un día: «¡Ah, eras tú! ¡Encantado de conocerte!». Es así. Porque la vida es así: hoy estamos aquí, mañana estaremos allá. El problema es elegir el camino adecuado, como lo ha elegido él.
Demos gracias al Señor porque nos da estos ejemplos de coraje, de jóvenes valientes que nos ayudan a seguir adelante en la vida. Y ¡no tengáis miedo, no tengáis miedo! Dios es grande, Dios es bueno y todos nosotros tenemos algo bueno dentro.
Ahora me retiro. Mañana nos veremos, nos volveremos a ver. Vosotros, cumplid vuestro deber, que es hacer lío toda la noche…Y mostrar vuestra alegría cristiana, la alegría que el Señor os da por ser una comunidad que sigue a Jesús.
Y ahora os doy la bendición. Y como hemos aprendido de niños antes de irnos, saludamos a mamá. Recemos todos a la Virgen, cada uno en su propio idioma. Ave, o María…
[Bendición]
¡Buenas noches!¡Buenas noches! Y rezad por mí.
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