San Bernardo fue un monje cisterciense francés y abad del monasterio de Claraval… amante de la Virgen y uno de los primeros en adentrarse en la teología mística… en uno de sus sermones, san Bernardo nos regala una hermosa reflexión sobre los ángeles que guardan nuestros caminos… hoy, día que celebramos la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, se las comparto…
Que te guarden en tus caminos
A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Den gracias y digan entre los gentiles: «El Señor ha estado grande con ellos.» Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de él? Porque te ocupas ciertamente de él, demuestras tu solicitud y tu interés para con él. Llegas hasta enviarle tu Hijo único, le infundes tu Espíritu, incluso le prometes la visión de tu rostro. Y, para que ninguno de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por nosotros, envías a los espíritus bienaventurados para que nos sirvan y nos ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean nuestros ayos.
A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Estas palabras deben inspirarte una gran reverencia, deben infundirte una gran devoción y conferirte una gran confianza. Reverencia por la presencia de los ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia. Porque ellos están presentes junto a ti, y lo están para tu bien. Están presentes para protegerte, lo están en beneficio tuyo. Y, aunque lo están porque Dios les ha dado esta orden, no por ello debemos dejar de estarles agradecidos, pues que cumplen con tanto amor esta orden y nos ayudan en nuestras necesidades, que son tan grandes.
Seamos, pues, devotos y agradecidos a unos guardianes tan eximios; correspondamos a su amor, honrémoslos cuanto podamos y según debemos. Sin embargo, no olvidemos que todo nuestro amor y honor ha de tener por objeto a aquel de quien procede todo, tanto para ellos como para nosotros, gracias al cual podemos amar y honrar, ser amados y honrados.
En él, hermanos, amemos con verdadero afecto a sus ángeles, pensando que un día hemos de participar con ellos de la misma herencia y que, mientras llega este día, el Padre los ha puesto junto a nosotros, a manera de tutores y administradores. En efecto, ahora somos ya hijos de Dios, aunque ello no es aún visible, ya que, por ser todavía menores de edad, estamos bajo tutores y administradores, como si en nada nos distinguiéramos de los esclavos.
Por lo demás, aunque somos menores de edad y aunque nos queda por recorrer un camino tan largo y tan peligroso, nada debemos temer bajo la custodia de unos guardianes tan eximios. Ellos, los que nos guardan en nuestros caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y menos aún pueden engañarnos. Son fieles, son prudentes, son poderosos: ¿por qué espantarnos? Basta con que los sigamos, con que estemos unidos a ellos, y viviremos así a la sombra del Omnipotente.
Oremos
Dios, Padre misericordioso, que, en tu providencia inefable, te has dignado enviar, para nuestra guarda, a tus santos ángeles, concede a quienes te suplican ser siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Comentarios
oggi festa dei nostri angeli custodi che il signore ci a messo accanto un saluto dal mio angelo a tutti i vostri angeli custodi. io sono molto devota al mio angelo lo prego sempre e devo dire che e molto ubbidiente le mie esperienze : un giorno ero in un convento in attesa che mi ricevesse un sacerdote mancavano circa 10 minuti, nel mentre o detto alla mia amica e a mio marito , desidero salutare fra lorenzo un fraticello il giorno non riceveva le persone, quindi era chiuso , o detto a loro : ora invoco il mio angelo custode le o detto: vai angioletto mio custode dall,angelo custode di fra lorenzo mettile nel cuore che esca a salutarmi, mi avvicino alla porta e li trovo un seminarista che mi dice : oggi il fratte non riceve io o tanto bisogno di parlarle, io con certezza le rispondo: fai una cosa mandale il tuo angelo io lo già fatto,( lui mi guarda con stupore nel suo sguardo o intuito che pensava questa e fuori testa) io ero cosi serena , che nel mommento che lui mi guardava un po cosi,il fra lorenzo apre la porta e mi sorride ,al seminarista le o detto ai visto come sono ubbidienti gli angeli se li invochiamo con fiducia? e fra lorenzo le a detto e vero io non dovevo aprire con un grande sorriso . e quando lo voglio salutare ogni volta glielo mando il mio angelo. consiglio i libri di padre angelo benito penà, sono molto belli pace bene.
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