Madre asunta al Cielo:
Tú eres esplendor
que no ensombrece la luz de Cristo,
porque vives en Él y para Él.
Todo en ti es “SÍ”:
Tú eres la Inmaculada,
eres transparencia y plenitud de la gracia.
Aquí estamos, pues, tus hijos,
para buscar amparo bajo tu materna protección
e implorar confiados tu intercesión
ante los desafíos ocultos del futuro.
Te encomendamos a todos los hombres,
comenzando por los más débiles:
a los niños que aún no han visto la luz
y a los que han nacido en medio de la pobreza y el sufrimiento;
a los adolescentes rebeldes;
a los jóvenes en busca de sentido,
a las personas adultas que no tienen empleo
y a las que padecen hambre, olvido, violencia y enfermedad.
Te encomendamos a las familias rotas,
a los ancianos, venerables y patriarcas que carecen de asistencia
y a cuantos están solos y sin esperanza.
Abre nuestros corazones a la justicia y al amor,
y guíanos hacia una comprensión recíproca
y hacia un firme deseo de paz.
Amén.
Comentarios
Virgencita Santísima, hoy que es día de tu Asunción, te ofrezco hoy y siempre madre mía mi cariño y veneración. Por tu poderosa intercesión te encomiendo la vida de mis tres hijas para que tu hijo amado me las revista de salud de cuerpo y alma, y me les ayude en todas sus actividades. También te encomiendo el problema de la UNAH para que ya cese el paro de clases y así nuestra juventud pueda continuar estudiando. Te saludo con esta oración: ¡Bendita sea tu pureza eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A tí soberana princesa, Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma , vida y corazón, no me dejes madre mía!. Amen.
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