El comienzo del cristianismo estuvo marcado por los debates entre la creencia ortodoxa de la Iglesia y una serie de doctrinas heréticas que pretendían imponerse… los Concilios eran sínodos donde la Iglesia se reunía para resolver estas cuestiones… y los dogmas se definían para aclarar cuál era la sana doctrina dejada por los Apóstoles…
Una de las primeras herejías fue propulsada por Arrio, un presbítero de Alejandría que negaba la divinidad de Jesús al afirmar que Éste era la primera criatura creada por Dios… una criatura excelsa con atributos divinos, pero criatura al fin… esta herejía fue condenada en el año 325 durante el Concilio de Nicea… donde se afirmó la divinidad de Jesús… un siglo más tarde, se gestaba una nueva herejía que atentaba contra su divinidad… esta vez el propulsor era el patriarca de Constantinopla llamado Nestorio…
Nestorio proponía un Jesucristo separado en dos naturalezas, una humana y una divina… ambas completas e independientes, como si fueran dos personas distintas unidas en Cristo… una comprendía su divinidad y la otra su humanidad… esto le llevó a enfrentarse en un candente debate teológico con Cirilo de Alejandría… mientras Nestorio sostenía que Jesús era un hombre en el que había ido a habitar Dios, separando así la persona divina de la persona humana… Cirilo, por su parte, defendía la tesis de la unicidad entre la persona humana y la divina de Jesús… de modo que Jesús era siempre hombre y siempre Dios…
Tanto Nestorio como Cirilo, con sus respectivos partidarios, fueron llamados a participar del Concilio de Éfeso en el año 431… la disputa se centró entorno al título que se le debía conceder a María… los nestorianos proponían que se le llamara «Christókos» o «Madre de Cristo»… con esto se pretendía limitar la maternidad de María, alegando que ella era madre de la “humanidad de Cristo”, pero no de su naturaleza divina…
Los partidarios de Cirilo defendían el título de «Theotókos» o «Madre de Dios» (literalmente sería “la que dio a luz a Dios”)… con esto no se intentaba sugerir que María fuera coeterna con Dios, o que existiera antes que Jesucristo o Dios Padre… sino que enfatizaba que Jesús era completamente Dios, como se había afirmado en el Concilio de Nicea… y que sus dos naturalezas –divina y humana– estaban unidas e inseparables en una sola persona de la Santísima Trinidad… el Concilio condenó la postura de Nestorio como herética… y concedió solemnemente a María el título de «Theotókos» o «Madre de Dios»…
Aunque esta celebración es el culto mariano más antiguo y universal… y se ha celebrado en distintas fechas durante la historia de la Iglesia… la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II la instituyó como solemnidad y le asignó el primer día del año para su celebración…
Comencemos este año de la mano de María… y junto a toda la Iglesia, unámonos a las palabras de Isabel que fue la primera en llamar a la Santísima Virgen María «la Madre de mi Señor»…
¡Feliz Año Nuevo…!!!
Comentarios
Nada más que agradeceros y mantenerme más unido en la comunión de la plegaria. Que el SEÑOR mande sus ángeles y muestre su rostro a los que gobiernan el Mundo. Que cambien para que el Mundo cambie para beneplácito de DIOS ,y que todos los hombres se salven por el amor.
Un menesteroso de la plegaria.
René
Me encanta,saber sobre La Madre de Dios y la mia, Gracias Madre por siempre estar pendiente de nosotros, cubrirnos con tu manto azul, y bendecir nuestras vidas…
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