El Beato Juan Pablo II nos dijo,
La oración puede cambiar vuestra vida. Ya que aparta vuestra atención de vosotros mismos y dirige vuestra mente y vuestro corazón hacia el Señor. Si nos miramos solamente a nosotros mismos, con nuestras limitaciones y nuestros pecados, tomará cuerpo en nosotros con suma rapidez la tristeza y el desconsuelo. Pero si tenemos nuestros ojos fijos en el Señor, entonces nuestro corazón se llenará de esperanza, nuestra mente se iluminará por la luz de la verdad, y llegaremos a conocer la plenitud del Evangelio con todas sus promesas y su vida.
También nos dijo,
Dios nos oye y nos responde siempre, pero desde la perspectiva de un amor más grande y de un conocimiento más profundo que el nuestro. Cuando parece que Él no satisface nuestros deseos concediéndonos lo que pedimos, por noble y generosa que nuestra petición nos parezca, en realidad Dios está purificando nuestros deseos en razón de un bien mayor que con frecuencia sobrepasa nuestra comprensión en esta vida. El desafío es «abrir nuestro corazón» alabando su Nombre, buscando su Reino, aceptando su Voluntad.
Estos párrafos son parte del artículo “Dios es el protagonista en la oración” que tenemos en la sección de Temas de Reflexión… Puedes leer el artículo completo aquí…
Comentarios
Digamen si no se ve hermoso, como que irradia santidad da ganas de cojero a besos y abrazos o serà por que se me ha convertido en un modelo a seguir en esta vida, claro esta despues de mi gran modelo !Jesucristo¡
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