Hace algunos días que Esteban me envió las respuestas a dos de las cartas de Padre Jorge, la de la hija que se quiere ir de religiosa y la del hijo que quiere ser sacerdote, pero retrasé su publicación por el tiempo de Semana Santa. Aquí les dejo la primera, espero que les guste tanto como a mí.
Papa:
Que bueno que ya te lo “veías venir”… y que no te sorprende mi decisión. ¡Ojalá muchos padres fueran como tú!
Creo que el hecho que seas católico practicante me facilita mucho las cosas… Al comunicar mi decisión a otros, su reacción no fue tan positiva como la tuya:
La sociedad me considera una cosa “rara”. Algunas amigas me han dicho que desperdiciaré mi juventud, belleza e inteligencia… Y hasta un pretendiente me dijo: “lastima que no hayas encontrado alguien digno de ti”.
Pasa que pocos entienden que:
Todo cristiano que intente vivir radicalmente su vocación a la santidad es una cosa “rara”…
Todo joven que entregue sus mejores años y talentos al Señor no sólo no pierde nada, sino que gana el 100 x 1…
Todo joven que entra a un convento o monasterio no es porque no encontró a nadie, sino todo lo contrario, porque encontró a Alguien…
Me sorprende que este mundo pos-moderno que prodiga tanto la libertad no comparta que una puede ser libre para amar sin restricción alguna en obediencia, castidad y pobreza… De hecho nadie me obliga a tomar esta decisión…
A pesar del dolor que me compartes por verme partir me siento con mucha libertad para tomar esta decisión (o la que fuere) y contar además con tu bendición. Algunas de mis futuras compañeras del postulantado no tienen tanta suerte…
También yo pensé muchas veces en casarme y tener varios hijos… pero me di cuenta que la necesidad de ser amada y de amar que había en mí era mucho más intensa que en la mayoría de mis amigas… Observaba que necesitaba un esposo que me ame hasta la locura de dar su vida por mí, que me acepte y ame incondicionalmente a pesar de mis muchos defectos… Y a la vez sentía que tenía “demasiado amor para dar”… el cual se manifestaba en el deseo de estar 100% dedicada al servicio de los hermanos…
En síntesis: la vida religiosa parecía ser la única respuesta a mi necesidad “casi exagerada” de Amar y ser Amada.
¿Qué mejor esposo que Cristo? ¿Qué mejor suegra que María? ¿Dónde podría tener mas hijos (espirituales) que en el Colegio de María Auxiliadora? ¿Dónde sino en el aula podré gritar: “No hay jóvenes malos, hay jóvenes que no saben que pueden ser buenos”.
Bueno, papá… muchas gracias por tu apoyo incondicional y por decirme que las puertas de casa siempre estarán abiertas…
Recuerda que siempre estaremos unidos en la Eucaristía…
Te quiere, tu Hija,
la perdidamente enamorada del Amor de los Amores.
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Nota de redacción
Estas “cartas” nos invitan a reflexionar sobre problemas comunes que experimentan las familias actuales… creo pertinente aclarar que son cartas ficticias, aunque basadas en problemáticas reales… y que por la naturaleza misma de este recurso literario, se debe abordar el problema desde un solo ángulo o punto de vista a la vez… quedando muchas cosas por decir en cada caso y/o carta…
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